
Es el deporte rey, el fenómeno de masas más importante del siglo XX y parece que lo será también del XXI. Muchos lo consideran uno de los mejores negocios de la actualidad, otros reivindican su función social como un espectáculo de superación y fraternidad. Sea como sea, el fútbol es el deporte más relevante del mundo y también podríamos considerarlo una auténtica mina de disgustos.
El rey de las lesiones
Es curioso observar, ya sea por la lectura de publicaciones especializadas o bien mediante la vivencia de
nuestro día a día en ReSport, cómo se continúa produciendo una
gran cantidad de lesiones musculares en el futbolista de todo tipo. Esta realidad tiene importantes consecuencias, (I) fútbol
profesional: por motivos deportivos y económicos fundamentalmente, (II) fútbol
amateur: por la gran cantidad de abandonos del deporte tras repetidas lesiones; todo esto acompañado habitualmente de grandes frustraciones…
¿Cómo podemos evitar las lesiones musculares?
El fútbol es un deporte de riesgo en
lesiones musculares, sin embargo, sabemos que estas
pueden disminuirse mediante un
buen plan preventivo. Hablemos de ello: en el caso del músculo, es necesario generar las adaptaciones necesarias mediante el
entrenamiento para que éste pueda responder a diferentes
tipos de tensiones, especialmente a las generadas mediante un mecanismo de tracción, tranquilos, me refiero a
correr. Dicho mecanismo se produce especialmente en las
acciones de
aceleración y
desaceleración.
La resistencia a estos mecanismos dañinos a la hora de correr, puede mejorarse mediante el conocido
ejercicio excéntrico, especialmente el que se produce por algo que denominamos
sistemas inerciales. Me explico: estos sistemas permiten trabajar la
fuerza muscular de una manera mucho más cercana, similar, a las acciones propias del fútbol. Esto refuerza el músculo para soportar acciones específicas del deporte, incidiendo de esta manera en un menor número de lesiones musculares, y por lo tanto, en una mayor
capacidad de
rendimiento. De esta manera llegamos a un punto crucial: la prevención.
La prevención es la primera clave del rendimiento deportivo
Complementando lo anterior, aquí cabría decir que la propuesta de prevención mediante ejercicios excéntricos en máquinas inerciales,
deberá ir acompañada de un entrenamiento que piense tanto en la mejora del rendimiento como en la prevención de manera simultánea. Esto se puede conseguir
educando y
entrenando correctamente a los deportistas. La prevención no puede ser trabajada sólo un día a la semana, o de manera aislada, deberá estar
insertada en el entrenamiento. Sabemos que no es fácil, pero es un reto que merece la pena intentar.
¡Nos leemos en el próximo!
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